Hablemos de esos días que se viven como montañas rusas emocionales, ¿sabes a lo que me refiero, verdad? Son esos días en los que te sientes como un abanico de colores, con una variedad de sentimientos que parecen danzar todos juntos en tu interior.
Imagina por un momento que eres un artista y tu corazón representa el lienzo sobre el que pintas tu vida. En ciertos días creativos, te inclinas por tonos alegres y vibrantes: el amarillo del sol o el azul claro del cielo despejado. Seguramente los escoges cuando estás plena de energía, contenta y radiante.
Sin embargo, también llegan esos momentos en los que los colores cambian. Aparece el gris de las nubes o, en ocasiones, el rojo de la ira, o el azul oscuro de la tristeza. Estos tonos se mezclan en nuestra paleta emocional, y eso está bien, porque todos compartimos esos días.
Es importante recordar que todas las emociones son válidas y significativas; constituyen piezas esenciales de nuestra existencia. Desde la alegría y la felicidad hasta la ira y la tristeza, todas ellas nos aportan información valiosa sobre nuestras experiencias. Reconocer lo que sentimos equivale a encontrar las piezas necesarias para completar el rompecabezas emocional. Esta práctica nos ayuda a comprendernos mejor a nosotras mismas y a los demás. No existen emociones "buenas" o "malas", simplemente, son parte intrínseca de quienes somos.
Por ello, resulta fundamental aprender a gestionar estas emociones, evitando que nos controlen. Cuando las emociones nos abruman y buscamos encontrar la serenidad, podemos optar por realizar actividades que nos ayuden a liberar esa energía acumulada: ejercicios de cardio, bailar… o actividades relajantes como escuchar música, leer o dar un paseo. Además, practicar la respiración profunda y reconocer lo que sentimos nos ayudará a superar este caos emocional.
Recuerda que no eres la única que experimenta esto; todas pasamos por etapas similares a lo largo de nuestra vida. Y es perfectamente válido buscar apoyo cuando lo necesitemos. Juntas, aprendemos a abrazar nuestras emociones, aceptarlas y utilizarlas en nuestra vida diaria.
Así que, si hoy te encuentras sumergida en ese abanico de emociones, recuerda que está bien sentir, ya que eso nos hace humanas. Eres maravillosa con esa paleta de colores y matices que te hacen única.
Y no olvides que después de la tormenta llega la calma.
Firmado: Una amiga que entiende de esos días revueltos.
He tenido uno de esos dias...😁